URGE PLAN “B”
Todo hace pensar que el gobernador Alfredo Ramírez Bedolla tendrá que elaborar con urgencia un plan “B” para resolver la grave situación que provocará el retraso de la federalización de la nómina magisterial según lo anunciado por el Presidente Andrés Manuel López Obrador.
El mandatario informó que debido a la pandemia y la crisis económica el proceso de federalización de la nómina magisterial se detuvo, y aunque descartó que pueda concretarse éste año y el siguiente, se comprometió a apoyar con presupuesto federal a los gobiernos estatales para que puedan atender el déficit financiero en materia educativa.
El Presidente dijo que en Michoacán no se ha podido continuar con el proceso por lo que se apoyará con recursos federales para el cierre de año ya que los trabajadores del sector deben contar con certeza laboral.
Cabe señalar que el déficit presupuestal en la entidad supera los 3 mil millones de pesos.
Ésta situación, lejos de resolver el añejo problema de los múltiples pagos que el gobierno estatal debe hacer a las expresiones sindicales de la entidad cada año, sólo es paliativo porque no resuelve el problema desde su raíz.
La federalización de la nómina magisterial no resolverá en sí, las múltiples demandas que el magisterio, encabezado por la CNTE realiza permanentemente, pero sí ayuda a que el gobierno estatal cumpla con sus obligaciones salariales a los maestros de la entidad.
Y decía al principio que sería bueno que el gobierno bedollista cuente con un plan “B” debido a que el Presupuesto de Egresos Federales para 2023, no contempla recursos para la federalización como tampoco el presupuesto estatal para el próximo año el cual, según el Secretario de Finanzas y Administración, Luis Navarro García será muy similar al de este año.
Aunado a que el 2023 será un año preelectoral, donde el gobierno federal echará a andar toda la maquinaria del Estado en preparación para la elección presidencial, vemos difícil que el gobierno federal brinde nuevamente el apoyo “salvador” al gobierno de Ramírez Bedolla.
Por todo lo anterior, la federalización de la nómina magisterial está en el limbo, no se realizará en lo que resta 2022 ni en 2023 y sería iluso pensar que podría concretarse en 2024; resulta indignante que el tema fuera usado de manera política en lugar de tratar de resolver el añejo problema que afecta anualmente las arcas estatales.