Al observar la promoción de algunos luchadores profesionales que buscan contender por algunos cargos de representación popular viene a la memoria la voz del anunciador del extinto Toreo de Cuatro Caminos para decir a los cuatro vientos: lucharán a dos de tres caídas sin límite de tiempo…Estampas Surrealistas que suceden en nuestro país, todo ello enmarcado en un tiempo de pandemia y un atípico proceso electoral.
La clase política tradicional se recicla sin cansancio ni piedad, muchos rostros conocidos que han migrado de un partido a otro para mantenerse en el trapecio del poder, mismos discursos con otras siglas. Nuevos partidos hacen acto de presencia en este proceso electoral que será gigantesco, apuestan por personajes mediáticos para, al menos, alcanzar a retener el registro y continuar con el financiamiento público, es decir el lucro.
Redes Sociales Progresistas, el partido ligado a Elba Esther Gordillo y, en consecuencia, a un sector del magisterio postula a reconocidos gladiadores con carreras consolidadas en el mundo de los costalazos: Tinieblas, Carístico, Blue Demon Jr. También a la boxeadora Mariana Barby Juárez.
La lucha libre tiene una gran tradición en nuestro país, en décadas anteriores se registró en el séptimo arte el llamado cine de luchadores, la estrella más representativa lo fue indiscutiblemente El Santo, el enmascarado de plata. Aunque no dudamos de buenas intenciones de los aspirantes que proceden del cuadrilátero y que además están en su derecho de buscar un cargo de elección popular, ellos no tienen el conocimiento ni experiencia previa para involucrarse en asuntos que exigen un gran compromiso.
Cuauhtémoc Blanco, en su momento, fue la gran novedad por su pasado pambolero, liderazgo en la cancha, figura del club América y la selección nacional de fútbol; el Cuau ganó la presidencia municipal de Cuernavaca, luego la gubernatura de Morelos y está evaluado como el peor gobernador de la actualidad.
Lo verdad es que no han surgido muchos liderazgos emergentes, suelen ser por lo regular los mismos actores en los partidos políticos que tienen cuatro décadas de reciclaje, no es la primera vez que algunas organizaciones de ésta índole buscan figuras con presencia mediática, hace muchos años un partido sin mayor penetración postuló a una de las glorias del boxeo mexicano, Rubén El Púas Olivares, ex campeón mundial de peso gallo y peso pluma, para diputado y perdió.
En nuestro país fluyen las estampas surrealistas, no terminamos de sorprendernos aunque el auténtico debate mediante el cual se contrasten proyectos de nación aún no llega, hasta ahora los insoportables spots en los medios masivos de comunicación predicen sórdidos combates ayunos de urbanidad.
Más personajes del medio del espectáculo y los deportes se han sumado al proceso electoral por diversas formaciones políticas, Rommel Pacheco, Alfredo Adame, Paquita la del Barrio, Gabriela Goldsmith, por citar algunos nombres.
Así que lo registrado hasta hoy del proceso electoral no deja de sorprender, la calidad del debate público deja mucho que desear, la polarización se mantiene a la alza, además se debe agregar lo que implica el peso y paso de la pandemia del coronavirus cuya cadena de contagios no se rompe.
