Ricardo Anaya logró su deseo de aspirar a la presidencia de la república como la carta de ese conjunto de partidos que ahora dicen ir por México al frente, lo que parecía utópico hasta hace poco tiempo se ha convertido en una realidad signada por las cúpulas del Partido Acción Nacional, Partido de la Revolución Democrática y Movimiento Ciudadano, en las bases seguramente no es el beneplácito lo que existe porque para muchos se trata de una sin razón que se ha hecho posible por la búsqueda del poder, así sin más.
Una parte de la derecha y una de la izquierda tendrán candidaturas comunes, de lado queda la ideología que a veces parece estorbarles, la memoria histórica no ha sido convidada porque el poder es una pretensión que no necesita de escrúpulos parecen decir.
Miguel Ángel Mancera no fue el aspirante, regresa al gobierno de la Ciudad de México que aún luce devastada en diversas zonas por los últimos sismos, no le alcanzó al también doctor en derecho, incluso Alejandra Barrales, quien aspira a sucederle en el cargo, lo candidateó para coordinar la campaña de Ricardo Anaya. Cómo terminen las cosas, el PRD le hará la chamba al PAN, no es la primera vez que irán en coalición en la era del desdibujamiento ideológico.
En Michoacán parece se han repartido un pastel electoral sin aspavientos el PAN, PRD y MC, francamente no ocupan del Partido Verde Ecologista de México en nuestra entidad porque a nivel federal estarán como acostumbran con el PRI, esa ha sido su constante del PVEM que jamás ha postulado una ideología, ellos van al negocio como rémora.
Muchos no imaginan a los activistas de siempre del PRD buscando el voto por Anaya o en pro de quienes buscan diputaciones o presidencias municipales, incluso todavía algunos recuerdan los agravios del año 2006 en que el PAN atizó una campaña ruda contra su candidato que fue Andrés Manuel López Obrador. Todo quedó de lado para dar paso a una alianza hecha para el poder.
Las ideologías parecen ser, en gran medida, pieza de museo o un vago referente que pierde sentido ante el afán pragmático del “haiga sido como haiga sido”, las formas ya no cuentan porque se busca una estrategia resultadista.
Del lado de Morena estará el Partido del Trabajo y Encuentro Social, con el PRI el PVEM y Panal, comenzará un proselitismo desbordado entre el tedio y la descalificación en grado industrial.