La oposición política en nuestro país luce averiada, colecciona derrotas y no alcanza a constituirse como un contrapeso al poder que ejerce el presidente Andrés Manuel López Obrador, los comicios en que se disputaron gubernaturas las ganó Morena. El Partido de la Revolución Democrática casi se extinguió y el Partido Revolucionario Institucional vive una crisis inédita. El PAN se mantiene aunque sin triunfos resonantes.
El Partido de la Revolución Democrática cumplió el mes de mayo 30 años de su fundación, precedida de un momento casi épico que sucedió en 1988 con el entonces Frente Democrático Nacional, que se originara en la Corriente Democrática que encabezó Cuauhtémoc Cárdenas Solórzano dentro del tricolor, vendría un fraude electoral que dejara muchas secuelas.
Heberto Castillo, hombre consecuente de izquierda cedió el registro del Partido Mexicano Socialista para conformar así legalmente al Partido de la Revolución Democrática que fue, en ese entonces, aire nuevo para cambiar el régimen de partido casi único.
El inicio del Sol Azteca fue complicado porque enfrentó al régimen que simbolizó Carlos Salinas de Gortari quien combatió al nuevo instituto político, mientras que el Partido Acción Nacional en boca de cuadros distinguidos proclamaba que se trataba de su propio triunfo cultural.
El PRD sufrió persecuciones, los fraudes escandalosos en su contra se contaban uno tras otro.
Posteriormente vendrían triunfos significativos, también por insistencia perredista fueron creados órganos autónomos como el entonces Instituto Federal Electoral, la Comisión Nacional de los Derechos Humanos; por ejemplo. También impulsó la lucha por la equidad de género.
Aunque en los últimos años el perredismo se ha debilitado, regularmente fue dependiente de caudillos, además se incubó el vicio faccioso de multiplicar corrientes que no debatían ideología ni propuestas programáticas ni visiones de país. No, peleaban fratricidamente por cargos públicos. Sus cuadros más representativos que fueron candidatos a la presidencia decidieron renunciar a su membresía: Cuauhtémoc Cárdenas Solórzano y Andrés Manuel López Obrador.
En la actualidad el PRD padece una crisis evidente, en este momento inició su propia transformación con la iniciativa Futuro 21, en su momento la dirigencia colegiada puso a disposición de organizaciones sociales, políticas y civiles el registro perredista para conformar una gran alianza que confronte al gobierno federal.
Se desconoce cuáles serán sus alcances, en esta metamorfosis del PRD figuran algunos nombres como Rubén Aguilar quien fuera vocero y traductor de Vicente Fox, Gabriel Quadri ex candidato presidencial, ex perredistas como Demetrio Sodi y Ricardo Pascoe, Gustavo Hirales y más nombres.
Lo cierto es que si este experimento logra madurar bien puede ser una alternativa que contribuya para comentar un debate necesario, la diversidad es común en las democracias y México demanda equilibrios porque el pasado que nos antecede es sumamente autoritario.
La oposición está en crisis como nunca en los últimos tiempos, se percibe frágil y el gobierno emanado de Morena parece estar pagando los costos de curvas de aprendizaje. Es un buen momento para elevar el debate y dejar de lado los dogmas, los adjetivos que sólo polarizan. Es el momento de contrastas visiones de país, de visualizar presente para construir futuro.