Claudia Sheinbaum Pardo ya es la presidenta electa, con ello se trata de un hecho sin precedentes en la historia del México independiente porque es la primera mujer en el cargo durante los últimos dos siglos, se tejen las expectativas por conocer cuál habrá de ser el estilo personal de gobernar, tenemos un país polarizado y a últimas fechas en sendos escándalos, el crimen organizado ha provocado serios dolores de cabeza, la próxima presidenta que entrará en funciones en octubre tiene diversos retos al frente.
La victoria de la doctora Claudia Sheinbaum fue contundente, contará con la mayoría de los legisladores y alguna herencia inercial, por así llamarlo, del actual mandatario Andrés Manuel López Obrador. Le corresponderá plantear su propia agenda gubernamental, el principal problema que enfrentará a corto plazo será el de la inseguridad pública que ha calado hondo en nuestro país.
La oposición política en los partidos políticos está erosionada, les cayeron los lastres y no articula una propuesta seria, tangible, aún no superan sus propios enredos. Las expectativas del próximo gobierno federal son altas, seguramente no asumirá una tónica de conflicto y golpeteo cotidiano, hay otras prioridades como la propia gobernabilidad que va de la mano de trabajar en auténticas políticas públicas para pacificar al país, muchas regiones parecen campos minados por el crimen organizado.
Trabajar por una cultura de la paz seguramente será una opción necesaria, la agenda bilateral con los Estados Unidos también implica un fino trabajo independientemente si llega Trump o Kamala Harris al timón de la Casa Blanca, cuenta con la experiencia del próximo canciller Juan Ramón de la Fuente.
El tema de la creciente inmigración, así como el de las fuentes ocupacionales. En fin, los temas que requieren del abordaje inmediato brotan en un análisis a flor de tierra.
La primera presidenta en un país machista, con una cultura patriarcal, en donde la mujer alcanzó el derecho al voto apenas al inicio de la segunda mitad del siglo XX y en el que estuvo ausente mucho tiempo de la toma de decisiones. Se trata de un hito histórico que siembra esperanzas y un razonable optimismo.
Así Claudia Sheinbaum llega para encabezar la presidencia de México luego de dos siglos en que solo fueron mandatarios hombres, la cifra indica que han sido 65 presidentes antes de la presidenta de extracción morenista. A nivel mundial actualmente solo figuran 26 jefas de estado, cinco en América Latina.
En el acto solemne en que recibió la constancia de mayoría que le acredita como presidenta electa sostuvo que va por la libertad con bienestar para todos. “No defraudaré y pondré todo mi empeño, mi conocimiento, mi corazón, esfuerzo, voluntad y hasta la vida misma para servir a mi patria”.
La próxima mandataria envía un mensaje optimista en cuanto a lo que se puede esperar en el corto plazo, el problema más importante para resolver será el tema de la inseguridad, la violencia que se ha vuelto una marca cotidiana con los altos índices de homicidios dolosos.
Habrá mucho por decirse en las próximas semanas, más allá de sus detractores o sus apologistas que no se basan necesariamente en la objetividad, aunque ciertamente será mejor esperar resultados favorables porque será la representante del Poder Ejecutivo legalmente establecido. Es hora de la ley, la paz y el derecho.
