Probablemente la generación más lustrosa de políticos en nuestro país fue la de la Reforma que encabezó Benito Pablo Juárez García, el mandatario que le correspondió la restauración de la república ya tan maltrecha por las guerras y diversos infortunios, así como una evidente pugna y polarización entre liberales y conservadores, un pleito tan viejo que data desde la fundación de México.
Entre los personajes cercanos a Benito Juárez figuró un destacado académico que por su formación y praxis parecía un sabio renacentista, nos referimos a don Melchor Ocampo, diríamos que el michoacano de origen fue un todo terreno que contribuyó decididamente para que México fuera una nación laica que rompiera con la intolerancia religiosa de larga data.
Abogado, botánico y filósofo Melchor Ocampo destacó en los tiempos en los que se diseñaba un nuevo forje para un México plagado de atavismos, fue gobernador de Michoacán, tuvo un gran acierto que hoy tiene una gran repercusión en materia educativa, porque el michoacano de quien hablamos fue el que reabrió el Colegio de San Nicolás de Hidalgo tras añejo cierre por acontecimientos que se registraron décadas atrás. Podemos asegurar que la independencia de México no se explicaría sin la contribución de los distinguidos nicolaitas como don Miguel Hidalgo y Costilla, quien fue su rector, así como del Generalísimo don José María Morelos y Pavón, éste último es para muchos el auténtico arquitecto del estado mexicano.
Melchor Ocampo fue también ministro de Relaciones Exteriores y de Gobernación en la etapa en que Benito Juárez fue presidente, tiempos convulsos en donde la controversia no estuvo ausente.
Este pasado 6 de enero la Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo rindió un homenaje a la memoria de Melchor Ocampo, el personaje que fue un benefactor del Colegio que fue embrión de la actual máxima Casa de Estudios de la entidad, ahí estuvieron la rectora Yarabí Ávila González, también convergieron las distintas grandes logias michoacanas del Rito Escocés y del Rito Nacional Mexicano, además de la comunidad universitaria.
Justamente en el Colegio de San Nicolás de Hidalgo, el mismo que reabrió Melchor Ocampo, ahí está resguardado su corazón.
México se modernizó a partir de la Reforma que fue encabezada por liberales mexicanos, desde entonces se constituyó un estado laico que es la mejor opción de convivencia social en donde se ejercen las libertades puntualmente, fue en ese momento un cambio radical porque de origen en documentos fundacionales mexicanos fue lo contrario, hubo intolerancia religiosa, que recordaba la Edad Media.
Insisto en afirmar que la generación de la Reforma fue la más brillante de nuestra historia, eso implica recordar al citado Melchor Ocampo, Ignacio Ramírez el Nigromante, Guillermo Prieto, Ponciano Arriaga, José María Mata, León Guzmán y Francisco Zarco, a la cabeza de ellos Benito Juárez.
Actualmente la clase política mucho debe aprender de la generación reformista decimonónica que dejó su herencia de la que mucho se habla pero en un tono más bien demagógico caracterizado por los sendos lugares comunes.
Siempre será tiempo de hacer porque nuestra historia está presente, se analiza e interpreta, como bien lo apuntaron los antiguos romanos historia est magistra vitae.