El debate que se efectuó el domingo 7 de abril se caracterizó por tener un formato rígido que mermó emotividad, se explayaron en lugares comunes y no hubo grandes novedades, la confrontación de verdad es entre Claudia Sheinbaum y Xóchitl Gálvez, Jorge Álvarez Máynez estuvo sin la presión de sus competidoras, la expectativa de Movimiento Ciudadano no es ganar la presidencia. Los dimes y diretes no calaron, las mediciones de las encuestas en general se mantienen, Claudia Sheinbaum llegó con la delantera, misma que sigue conservando.
El debate de hace seis años tuvo otros registros, otros estilos y cierto humor, el que fue el domingo siete lució acartonado, esperamos el próximo tenga otros componentes y que el Instituto Nacional Electoral mejore la producción y coloque un reloj.
Un día después, ya en lo que denominamos posdebate muchos seguidores de las candidatas ya publicitaban en redes sociales que su abanderada ganó el debate y esas manifestaciones propagandísticas que siempre están presentes alrededor de los debates.
Deseable es que tuviésemos un verdadero debate de ideas, solo que el formato que suele estilarse en México está maridado con el aburrimiento, son muchos los temas y poco el tiempo para argumentar y fijar una posición clara, muchos personajes de la vida pública tienen dificultades para argumentar, exponer de manera clara y elocuente sus propuestas y al final no lucen.
A la exposición del domingo siete Claudia Sheinbaum llegó con las encuestas a favor, sigue igual, Xóchitl Gálvez parece abandonada por los dirigentes de los partidos que le apoyan, ellos quienes forman parte de las elites ya tienen asegurada su curul, perdiendo ganan, en tanto Movimiento Ciudadano reitera que representan la nueva política cuando muchos de sus cuadros ya tienen décadas en diversas encomiendas partidistas en otras organizaciones. Contradicciones elocuentes.
Los problemas que enfrenta nuestro país son identificables, la violencia galopa por los caminos de México, gobernadores autoritarios y una cantidad sumamente mediocre de legisladores hacen que el presente mantenga un clima sofocante como tóxico.
El fanatismo suele imperar y ello complica el auténtico debate de ideas, proyectos y diseños de nación que son necesarios para contrastarlos, esperamos el próximo debate tenga otro contenido y otro formato que facilite la comunicación con quienes habrán de sufragar el próximo mes de junio.
Claudia Sheinbaum, Xóchitl Gálvez y Jorge Álvarez Máynez estarán en el próximo encuentro y la lista de temas para abordarlos será importante, más allá de las mediciones que arrojan las encuestas, Xóchitl salió el domingo 7 contra Claudia para señalar los presuntos errores de la jefa de Gobierno con licencia, aunque sus cuestionamientos se fueron diluyendo ante su evidente nerviosismo y sus abundantes tarjetas.
Álvarez Máynez realmente no tiene que perder, es el menos conocido y sus baterías se enfocaron más bien contra la candidata del PRI, PAN y PRD aunque ella asegura no tener militancia. Avanzan las campañas en medio de un ambiente que no ha dejado de lado lo tóxico, la violencia y los desfiguros.
Deseamos el próximo debate sea diferente, cambien el formato porque es preferible lo emotivo a lo aburrido.
