El Partido de la Revolución Democrática vive su peor crisis desde su fundación en 1989, en aquellos tiempos se padecían los efectos de una elección turbulenta de 1988 plagada de acusaciones de fraude contra el Frente Democrático Nacional, tal fue el génesis de la organización fundada por Cuauhtémoc Cárdenas Solórzano, momento en el que fue definitoria la participación de Heberto Castillo.
Durante el salinato de 1988 a 1994 el PRD fue un partido opositor que protestó con vehemencia contra el entonces mandatario Salinas de Gortari, cientos de militantes del naciente partido fueron asesinados, esto significó que se mantenía la costumbre de reprimir a la disidencia como se estiló en los años aciagos de la Guerra Sucia.
Tras diversas adversidades el llamado Sol Azteca comenzó a sembrar triunfos electorales, un año que representó diversos triunfos con dimensión nacional fue el de 1997, el perredismo ganó la Ciudad de México por la vía democrática con Cuauhtémoc Cárdenas Solórzano, también el Partido Revolucionario Institucional perdería la mayoría absoluta en la Cámara de Diputados. El dirigente del PRD en ese lapso fue Andrés Manuel López Obrador, pragmático y exitoso como líder partidista.
En la actualidad el PRD está en la ruina con escasa membresía, sin triunfos relevantes y en alianza con el PRI y el PAN sus antagonistas ideológicos hace no muchos años. En Morena está el grueso de la otrora militancia perredista, el éxodo al partido del presidente López Obrador no concluye, el sol azteca perdió los que hace no muchos años fueron sus bastiones naturales como la Ciudad de México y Michoacán.
En Michoacán el primer gobernador de extracción perredista fue Lázaro Cárdena Batel, actualmente coordinador de asesores del presidente López Obrador; Leonel Godoy Rangel también fue mandatario de la entidad en que nació el General Lázaro Cárdenas del Río, ahora el ex mandatario es diputado federal por Morena.
El gobernador de Michoacán en la actualidad es Alfredo Ramírez Bedolla de extracción morenista, también ex perredista, el mandatario quien ya fue diputado local sucedió en el cargo al último gobernante perredista en la entidad, nos referimos a Silvano Aureoles Conejo.
En la capital del país hace un rato que Morena desplazó al PRD, ya ni hablar de otras regiones de México en donde el perredismo es casi inexistente.
Recientemente hubo el relanzamiento de la alianza opositora que conforman el PRI, PAN y PRD, la mira está puesta principalmente para los comicios del 2024, destacan la Ciudad de México y la presidencia de la república, el PRI postulará candidatos de extracción tricolor para Coahuila y el Estado de México. El PAN seguramente propondrá cuadros de dicho origen albiazul para la jefatura de Gobierno y la presidencia, es el partido más sólido de la oposición, el PRD va de acompañante, no más.
El PRD va a la baja, su época resplandeciente es pasado, memoria y anécdota, su contribución fue alentadora para un país que durante décadas vivió bajo un molde monolítico como lo dictaron las liturgias del antiguo régimen, actualmente parece en retirada y con una carencia evidente que le acompañó desde su fundación, la falta de institucionalidad.
